Enfermedad de Ménière: Qué es, cómo reconocerla y qué hacer

Si alguna vez has sentido un ataque de mareo que viene acompañado de zumbido en los oídos, probablemente te estés preguntando si tienes la enfermedad de Ménière. No estás solo; mucha gente confunde esos episodios con simples vértigos. En este artículo te explicamos de forma clara qué ocurre, cuáles son las señales más habituales y qué puedes hacer para aliviarlo.

Síntomas más comunes

Los cuatro síntomas clásicos que aparecen en la enfermedad de Ménière son:

• Vértigo intenso: sensación de que todo gira, suele durar desde unos minutos hasta varias horas.
• Zumbido (tinnitus): un pitido o ruido constante en el oído afectado.
• Pérdida auditiva fluctuante: la audición empeora durante los episodios y a veces vuelve a mejorar.
• Sensación de plenitud: como si tu oído estuviera tapado.

Estos síntomas aparecen por turnos, y una persona puede pasar días sin sentir nada antes de que vuelva el siguiente ataque. Cuando los episodios son frecuentes (más de tres al mes) ya es hora de buscar ayuda médica.

Opciones de tratamiento

No existe una cura definitiva, pero hay varias estrategias que pueden reducir la intensidad y frecuencia de los ataques:

• Dieta baja en sal: el exceso de sodio favorece la retención de líquidos en el oído interno. Reducirla a menos de 1500 mg al día ayuda a controlar la presión.
• Medicamentos para el vértigo: como la betahistina o los antihistamínicos, que se toman durante los episodios o a tiempo de prevención.
• Terapia de rehabilitación vestibular: ejercicios específicos que entrenan al cerebro a compensar el desequilibrio.
• Inyecciones intratimpánicas: en casos difíciles, se pueden aplicar corticoides o antibióticos directamente en el oído para disminuir la inflamación.

Además, evita estímulos que puedan desencadenar un ataque: consumo de cafeína, alcohol y tabaco. Mantén un horario regular de sueño y controla el estrés; ambos factores influyen mucho en la aparición del vértigo.

Si sospechas que tienes la enfermedad de Ménière, lo más importante es acudir al otorrinolaringólogo. Con pruebas auditivas y de equilibrio, el especialista confirmará el diagnóstico y te propondrá el plan de tratamiento más adecuado a tu caso.

En resumen, reconocer los síntomas tempranos, adoptar una dieta baja en sal y seguir las indicaciones médicas son pasos clave para vivir mejor con la enfermedad de Ménière. No tienes que resignarte a sufrir ataques constantes; con los cuidados correctos puedes reducirlos significativamente y recuperar tu calidad de vida.