Lexapro: Todo lo que debes saber sobre el antidepresivo más recetado

¿Sabías que en España se recetan casi cinco millones de envases de antidepresivos como lexapro al año? Es un tema de sobremesa en muchas casas, pero sigue habiendo un montón de dudas, mitos y bastante miedo. He visto amigos míos, y hasta algún familiar cercano, darle vueltas y vueltas a si empezar o no con este fármaco tan conocido. Aquí en Sevilla, con el sol y la buena vida, parece difícil imaginar que la tristeza y la ansiedad campan a sus anchas, pero la realidad es mucho más compleja.

¿Qué es Lexapro exactamente y para qué sirve?

Lexapro, cuyo principio activo se llama escitalopram, es un medicamento del grupo de los antidepresivos, concretamente un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). O sea, lo que hace a grandes rasgos es aumentar los niveles de serotonina, la famosa sustancia química del cerebro que tiene que ver con el ánimo, el sueño y el apetito. No es ni mágico ni adictivo. Se usa para tratar depresión mayor y trastornos de ansiedad, y esto está comprobado y regulado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA). De hecho, desde que en 2002 se aprobó su uso en Europa, ha ido desplazando a viejos conocidos como la paroxetina y la fluoxetina por su perfil más suave en efectos secundarios.

Ahora bien, a pesar de su fama de "suave", no hay pastillas milagrosas. Muchos empiezan con la idea de que en una semana estarán bailando sevillanas, y la realidad es que el efecto tarda entre 2 y 4 semanas en notarse con claridad. Y ojo, tampoco sustituye la terapia psicológica. Hace unos meses, una vecina me preguntó si podía mezclarlo con una buena charla con su terapeuta. Mi respuesta: claro, no sólo puedes, sino que suele ser lo más útil.

Lexapro se receta en pastillas de diferentes dosis: 5mg, 10mg o 20mg. Normalmente, los médicos recomiendan empezar con 5mg durante una semana y luego subir gradualmente, según la tolerancia y la evolución del paciente. En personas mayores de 65 años o con problemas hepáticos se suele ajustar todavía más. Hay que tomarse esto en serio y no cambiar la dosis por tu cuenta. Hace poco, alguien de confianza me contó que decidió tomarse una pastilla extra porque no veía mejoría después de dos días. Eso no funciona así, y puede traer más problemas que soluciones.

Cómo actúa el escitalopram en el cerebro (y qué esperar)

Lejos de los titulares sensacionalistas, el mecanismo de acción del escitalopram es bastante conocido: bloquea la recaptación de serotonina, haciendo que más cantidad de este neurotransmisor se quede en el espacio entre neuronas. Esto, según los estudios del Hospital Clínico de Barcelona, contribuye a regular el estado de ánimo y reducir los síntomas ansiosos. No significa que te vayas a transformar en otra persona ni que te vayas a volver feliz por decreto.

El efecto no es inmediato, y tampoco es igual para todos. Por ejemplo, hay quien siente alivio del insomnio y la ansiedad desde la primera semana, mientras que otros, hasta el primer mes, casi ni se enteran. Tuve un amigo que bromeaba diciendo que esperaba un chute de motivación y, sin embargo, lo primero que notó fue que dejó de despertarse sobresaltado a las cuatro de la mañana.

¿Qué más se puede esperar? En los primeros días es común sentir algún mareillo, algo de náusea o más sueño de lo normal. Según datos de la Sociedad Española de Psiquiatría, ese tipo de molestias suelen desaparecer en la segunda o tercera semana. Lo importante es tener paciencia. Mi pareja, Isabela, siempre dice que hay que darle un voto de confianza al proceso, más que esperar milagros de un día para otro.

Ahora, conviene saber un dato: aunque el escitalopram se considera de los antidepresivos con mejor tolerancia, cada persona es un mundo. Hay gente que no nota apenas nada, y otros a los que les cuesta adaptarse las primeras semanas. Es vital mantener el contacto con el médico, sobre todo si la cosa no mejora o si aparecen síntomas raros. Nadie tiene que pasar el proceso a solas.

Aspecto Detalle
Tiempo hasta notar mejoría 2-4 semanas (media comprobada en pacientes españoles)
Dosis habituales 10mg/día (ajustable a 5mg o 20mg según evolución)
Efectos secundarios más comunes Náusea, somnolencia, inquietud, bajada de libido
Número de españoles tratados cada año Aproximadamente 1,3 millones
Efectos secundarios y advertencias: lo que nadie te cuenta en la farmacia

Efectos secundarios y advertencias: lo que nadie te cuenta en la farmacia

El tema favorito (o más temido, depende). Hay quienes lo pasan de maravilla y otros tienen una pequeña odisea. Lo más habitual en las primeras semanas es sentir algo de náusea, a veces acidez, cansancio o insomnio. Es normal si el cuerpo está adaptándose, pero cuando estos efectos son graves o persisten demasiado, toca avisar al médico.

Menos comentado pero real: la bajada de libido. En charlas de amigos suele salir este asunto, pero pocos lo reconocen abiertamente. El escitalopram, igual que otros ISRS, puede reducir el deseo sexual y, en ocasiones, dar problemas de erección o retraso en el orgasmo. El dato: según la revista "Psiquiatría Biológica", algo más del 20% de los usuarios de escitalopram presentan alguna alteración sexual. Esto no es definitivo ni para todos, pero es bueno saberlo antes del susto o la frustración. Si ocurre, hay varias estrategias que el psiquiatra puede sugerir: desde bajar la dosis hasta combinarlo con otras pautas.

Tampoco hay que obsesionarse con los casos graves. Reacciones como temblores importantes, sudores fríos, confusión, o alteraciones del ritmo cardíaco son infrecuentes, pero aparecen en el prospecto por pura transparencia. Si notas algo rarísimo, la visita médica se impone enseguida. Al escitalopram no se le asocia un riesgo importante de dependencia ni de sobredosis accidental, aunque por sentido común no es para andar experimentando a tu aire.

Hay gente que puede experimentar una bajada de sodio en sangre, sobre todo personas mayores, lo que puede provocar mareos. Y ojo también al combinarlo con alcohol o con otras medicinas. En Galicia, se hizo un estudio en 2023 sobre interacciones del escitalopram con antiinflamatorios y encontraron un leve aumento del riesgo de hemorragia digestiva, aunque solo en casos de uso prolongado y dosis altas. Al final, tu médico o farmacéutico son los que mejor te pueden orientar según tu situación personal. Siempre mejor preguntar demasiado que quedarse corto.

Para minimizar los efectos secundarios, aquí van unos consejos que suelo repetir incluso a mis amigos:

  • Toma la pastilla a la misma hora cada día, preferiblemente con comida.
  • Lleva un diario de síntomas para comprobar si van mejorando o si hay algún patrón.
  • No cambies ni suspendas la dosis por tu cuenta, y si olvidas una toma, consulta antes de compensar.
  • Comunica cualquier molestia continua o grave a tu médico, sin esperar a la próxima consulta rutinaria.

Consejos para sobrellevar el tratamiento con Lexapro

El camino para sentirte bien suele tener sus baches y no existen soluciones perfectas. Aquí va lo que he aprendido entre charlas con amigos y leyendo en foros españoles:

  • La rutina ayuda: Combine el tratamiento con paseos diarios, aunque sea corto. Aquí en Sevilla, a Max le encanta salir, y la caminata ayuda más de lo que uno imagina al estado de ánimo.
  • La mente también se entrena: Si puedes, acompaña la medicación con alguna terapia psicológica. El trabajo conjunto hace milagros para no sólo tapar los síntomas, sino entender el porqué de lo que vives.
  • Haz caso a tu cuerpo: El cansancio puede ser una señal de que tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse. Si puedes, ajusta tu actividad los primeros días.
  • Evita compararte: Cada persona reacciona de una forma distinta al escitalopram. Hay quien mejora a las dos semanas y quien necesita el doble. Igual que el jamón, aquí tampoco hay una receta universal.
  • No temas informar a tu entorno: Contar a tu círculo cercano, familia o incluso a tu jefe si te sientes cómodo, puede quitarte mucha presión. El estigma es peor aliado que la propia ansiedad.
  • La paciencia es clave: Esto no es como arreglar una persiana rota; los cambios a veces son sutiles y se notan, sobre todo, echando la vista atrás.
  • Sé flexible: Si algo no va bien tras unos meses, hay alternativas. Hay gente que prueba otros ISRS, antidepresivos de nueva generación o enfoques diferentes.
  • Atento a tu salud física: Mantener dieta equilibrada y actividad es crucial. Muchos notan cambios en el apetito; que no te pille un atracón de helados sin darte cuenta.

No está de más saber que en las consultas de psiquiatría españolas más del 60% de los pacientes valoran positivo el uso del escitalopram como ayuda relevante para retomar su vida diaria, pero rara vez lo ven como una solución definitiva. Lo importante es avanzar y celebrar cada pequeño paso.

Mitos y realidades sobre Lexapro: derribando tópicos

Mitos y realidades sobre Lexapro: derribando tópicos

Hay preguntas que se repiten como mantras: ¿es adictivo? ¿Se puede tomar alcohol? ¿Voy a estar toda la vida medicado? Vamos a repasar la realidad, sin rollos.

El lexapro no provoca dependencia física ni síndrome de abstinencia clásico como ocurre con las benzodiacepinas. Eso sí, dejarlo de golpe no es buena idea: puede provocar el síndrome de discontinuación, que da mareos, sensación rara en la cabeza, insomnio o mal humor. Si algún día tienes que dejarlo, que sea de la mano de tu médico y con una pauta de retirada progresiva, normalmente de varias semanas.

Sobre el alcohol, la recomendación oficial es evitarlo, porque puede potenciar los efectos sedantes y alterar la eficacia del tratamiento. Ahora, si te tomas una copa de vino en una cena familiar, lo más probable es que no pase nada grave, pero mejor no abusar. Yo mismo, con Isabela, hemos dejado el vino para celebraciones especiales cuando alguno de los dos ha necesitado medicación. Mejor no arriesgar si tienes dudas.

Y sobre lo de estar toda la vida medicado, la realidad es otra. Según datos recientes de la Sociedad Española de Medicina de Familia, la mayor parte de tratamientos con escitalopram duran entre seis meses y un año, aunque hay personas que lo toman durante años, especialmente si han tenido varios episodios depresivos. Nunca hay que precipitarse ni para empezar ni para dejarlo.

Otro mito curioso: lexapro engorda. La evidencia es mixta y los resultados dependen mucho del estilo de vida y la genética. Unos notan algo de ganancia de peso, otros bajan porque se sienten más activos. Lo seguro es que no hay un aumento obligado de kilos sólo por la pastilla.

Por cierto, el lexapro no te deja "grogui" ni te quita la personalidad. Hay quien teme perder su chispa, pero la mayoría señala que, tras las primeras semanas, se sienten más ellos mismos, sin la losa de la ansiedad diaria.

La vida después de empezar el lexapro se parece mucho a la de antes, sólo que, con suerte, con menos niebla y miedo diario. No soluciona todo, pero puede ayudarte a volver a disfrutar los pequeños placeres (y sí, incluso los paseos con Max por el Guadalquivir cuando hace buen tiempo aprietan distinto).

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Valeriano Escudero

Valeriano Escudero

Soy Valeriano Escudero, un experto en el campo farmacéutico con años de experiencia en la investigación y el desarrollo de medicamentos innovadores. Me apasiona escribir sobre enfermedades, tratamientos y los últimos avances en el campo de la medicina. Además, me dedico a compartir información relevante y precisa con el público para promover una mejor comprensión de los temas de salud. Mi objetivo es ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su bienestar y mejorar su calidad de vida a través del conocimiento.

Comentarios (14)

wave
  • Lina Johnson

    Lina Johnson

    jun 1, 2025 AT 01:00

    Yo lo probé por curiosidad y me dejó como un zombie de tres días. No era depresión, era que mi vida era un caos y necesitaba cambiar cosas, no pastillas. Ahora me siento mejor sin nada, solo con caminar y no mirar el móvil.

  • Camilo Bulls

    Camilo Bulls

    jun 2, 2025 AT 17:46

    El escitalopram es un ISRS de segunda generación con una afinidad selectiva por el transportador de serotonina (SERT), lo que reduce la reabsorción presináptica y aumenta la disponibilidad del neurotransmisor en la hendidura sináptica. Pero ojo: la eficacia clínica varía según el polimorfismo 5-HTTLPR, y en portadores del alelo corto, la respuesta puede ser subóptima. Además, la inhibición de CYP2C19 puede generar interacciones con omeprazol o clopidogrel. No es magia, es farmacología compleja.

  • Víctor Solbes

    Víctor Solbes

    jun 2, 2025 AT 20:43

    La sociedad española ha convertido la tristeza en una enfermedad que se soluciona con una pastilla. Nos enseñan a medicarnos en vez de a vivir. ¿Por qué no hablamos de la soledad, del trabajo precario, de la falta de sentido? Lexapro no cura el sistema, solo te hace callar mientras se desmorona todo a tu alrededor. La verdadera medicina es la dignidad, no la química.


    Y sí, lo digo con toda la seriedad del mundo. No es que sea anti-fármacos, es que soy anti-sistema que vende píldoras como soluciones.

  • Dagoberto Hernandez

    Dagoberto Hernandez

    jun 2, 2025 AT 21:15

    Claro, claro, otro que cree que la depresión es como un resfriado y se cura con una pastilla de la farmacia. ¿Y si la solución no es el escitalopram sino dejar de vivir en una ciudad donde el sol no te salva de la miseria emocional? Me encanta cómo los españoles convierten la desesperanza en un producto de consumo. ¡Qué elegante!

  • Mas Diaz

    Mas Diaz

    jun 3, 2025 AT 21:20

    Si estás dudando, empieza con 5mg y no te hagas drama. Yo lo tomé por 6 meses y no me volví otro, solo dejé de odiar las mañanas. Caminé, dormí bien, comí sin culpa. No es milagro, es ayuda. Y sí, el sexo se pone raro al principio, pero se pasa. No te rindas antes de tiempo.

  • Iván Thays

    Iván Thays

    jun 5, 2025 AT 04:32

    Me encanta cómo la gente dice que Lexapro no es adictivo... pero luego se quedan 5 años en él. ¿Y si la depresión no se cura, sino que se convierte en tu nueva normalidad? Yo lo probé, me sentí como un robot feliz, y luego me di cuenta: no era yo, era la química. ¿Vale la pena vivir así? Yo dejé de tomarlo, y la vida volvió a doler... pero al menos era mía.

  • Patricia Carrero

    Patricia Carrero

    jun 5, 2025 AT 18:16

    Hola a todos, si estás leyendo esto y dudas si empezar, te entiendo de verdad. Yo estuve ahí. Lo importante es no estar solo. Habla con tu médico, lleva un diario, pide apoyo. No tienes que aguantar en silencio. Y si te cuesta el primer mes, no te rindas - muchas veces la mejora llega cuando menos lo esperas. Tú puedes, y no estás loco por pensar en esto. Estás intentando mejorar, y eso ya es valiente.

  • Selena Gomez

    Selena Gomez

    jun 7, 2025 AT 13:29

    Lexapro es peligroso y lo saben pero no lo dicen. La farmacéutica lo promueve porque gana dinero. Las mujeres son las más afectadas, se les dice que son hiperemocionales y les recetan esto como si fuera un calmante de la menstruación. Yo lo vi en mi hermana, se volvió apática y perdió el interés en todo. No es tratamiento, es control.

  • Lucia Contreras

    Lucia Contreras

    jun 9, 2025 AT 12:00

    La dosis correcta es 10mg no más. Cualquier cosa arriba es abuso. Y nadie habla de que el insomnio inicial es normal pero muchos lo ignoran y se cambian la dosis. Eso es peligroso. Si no mejoras en 4 semanas es que no es para ti. Punto.

  • HiToMi Cabrera

    HiToMi Cabrera

    jun 10, 2025 AT 02:16

    ¿Alguien más cree que Lexapro es parte del plan para calmar a la gente y que no se levante contra el sistema? Las pastillas hacen que no te des cuenta de que tu vida es un infierno. Yo lo vi en mi vecina, se volvió tranquila... pero ya no reía. La tranquilidad no es felicidad. El gobierno y las farmacéuticas te quieren dormido, no curado.

  • Mario Carrillo

    Mario Carrillo

    jun 11, 2025 AT 00:54

    Mira, yo estuve en México, en un pueblo donde nadie hablaba de depresión, y cuando alguien se sentía mal, lo llevaban a hablar con el cura o a tomar té de manzanilla. Aquí en España, en cambio, te recetan una pastilla como si fueras un coche que necesita aceite. No es que esté en contra de la medicina, es que me da miedo que perdamos la capacidad de sufrir sin medicarnos. El dolor también es humano. ¿No creen que estamos perdiendo algo importante al querer eliminarlo con química?


    Yo lo probé. Me hizo sentir como si estuviera viendo la vida a través de un cristal empañado. Ya no sentía la tristeza... pero tampoco la alegría. ¿Eso es vivir?

  • Juanedo Aguilar

    Juanedo Aguilar

    jun 11, 2025 AT 03:33

    El escitalopram no es el problema. El problema es que lo recetan como si fuera un paracetamol. Nadie te explica que la terapia cognitivo-conductual tiene una tasa de respuesta comparable, y que combinarlo con psicoterapia triplica los resultados. Pero claro, a los médicos les da pereza. Les cuesta menos escribir una receta que organizar una cita. Así que aquí estamos, todos con una pastilla en la mesita y un vacío en el alma.

  • Jose Arevalo

    Jose Arevalo

    jun 12, 2025 AT 14:37

    En Perú, la gente no toma Lexapro porque no lo tienen. Pero sí hablan. Hablan con los abuelos, con los vecinos, con la iglesia. No es que no haya depresión, es que no la medicalizamos. Aquí en España parece que si no lo tienes en una caja de plástico, no existe. Yo no digo que sea malo, digo que es una salida cómoda. La vida es dura, y a veces necesitas ayuda. Pero no olvides que también necesitas conexión. La pastilla no te abraza.

  • Neal Arrieta

    Neal Arrieta

    jun 13, 2025 AT 20:59

    Yo lo tomé por 8 meses. No fue magia. Pero sí me ayudó a no llorar en el coche cada mañana. Ahora no lo tomo, pero no me arrepiento. Lo importante no es si funcionó, sino si te dio espacio para respirar. Y eso, en el caos de la vida moderna, ya es mucho.

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